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Oronccoy, el otro Estado olvidado y violentado dentro del Perú

Pueblo olvidado y violentado que vive lejos del Perú en medio de una guerra ajena entre narcotraficantes

Publicado: 2019-01-10

“Por las personas más humildes, por mi familia y para que mi pueblo de Oronccoy no siga en olvido, sí juro”, así juramentó el pasado 02 de enero, el alcalde del distrito de Oronccoy para el periodo 2019 al 2022, Félix Oscco Salas.

Este pueblo está muy lejos del Estado, fue esclavizado por las haciendas de la colonia y la República, ha resistido a los impuestos de la independencia y el Estado peruano, ha soportado las guerrillas del MIR - ELN en los 60 y sobrevivió a las "guerras" entre Sendero Luminoso y las fuerzas armadas. Allí hay otras formas de gobierno (dicen que es del narcoterrorismo), pero los pobladores y su alcalde viajan solos y a pie días y semanas enteras buscando al gobierno de Vizcarra, Gobernadores, Ministros o algún Congresista que voltee la mira a su pueblo.

Era 01 de enero, año nuevo de 2019, cuando caminamos un día entero, cuesta arriba hacia el pueblo de Oronccoy junto al alcalde electo, sus regidores y pobladores, mientras me comentan algunos detalles que te voy a contar en esta nota, de manera general.

Alcalde y regidores de Oronccoy 2019 a 2022

Acceso a Oronccoy

Oronccoy es uno de los lugares de difícil acceso de Ayacucho en pleno siglo XXI. Ubicado sobre los 3 800 m.s.n.m con 187 habitantes en su capital distrital, pertenece a la zona conocida como “oreja de perro”, más cercana a Andahuaylas. Hay dos rutas de acceso: seis horas de Huamanga a Chungui, desde allí dos días a lomo de bestia hasta Oronccoy, y tres horas a carro desde Andahuaylas al puente Kutinachaca (río Pampas en la frontera Ayacucho y Apurímac), aquí empieza el ascenso a Oronccoy. Una vez en el puente, la única manera de llegar hasta el centro poblado es caminando siete a nueve horas cuesta arriba. Entre los años de 1980 y 1992 fue azotada por el terrorismo y las fuerzas armadas, haciendo que más de 3 mil personas se desplazarán hacia zonas de Andahuaylas y Ayacucho, quedándose estancado en el tiempo.

Camino a Oronccoy en lomo de bestia

Nuevo distrito

Existen coyunturas en las que se crean distritos: durante la independencia para consolidar la República, entre 1980 y 1990 para contrarrestar la violencia política y entre 2006 y 2016 con el propósito de contrarrestar el narcoterrorismo. Oronccoy fue creado con éste último propósito el 15 de junio de 2016, con el fin de lucha contra la pobreza y la pacificación. Oronccoy es la capital de distrito y está conformado por once centros poblados o comunidades a un día y dos días de caminata: Santa Carmen, Alto San Francisco, Mollebamba, Huayrapa, Ninabamba, Hierba Buena, Huallhua, Belen Chapi, Mandor y Torre.

Oronccoy, capital de distrito

El otro Estado en la ruta perfecta

El Estado crea nuevos municipios para asignar funciones, competencias, recursos y otorgar más derechos. Pero también para suprimir derechos. Pueblo olvidado que vive lejos del Perú en medio de una guerra ajena entre narcotraficantes vive en estado de emergencia hace más de 30 años y ocasionalmente es considerado por el Estado como una zona roja.

Bajo el pretexto de lucha contra la pobreza, narcotráfico, terrorismo, desigualdad y desarrollo económico social y pacificación, desde el 2010 se han creado 36 distritos en el Perú, la mayoría de estas en la zona denominada VRAEM a la que pertenece Oroncooy. Como en los años 80, Oronccoy padece entre dos fuegos. De un lado, los “cargachos”, mochileros que trasladan droga; y del otro, asaltantes armados. Este último estaría configurando el territorio de la “Oreja de perro” apropiándose de la zona como una ruta comercial de droga, ejerciendo poder y gobierno real mediante sus redes locales. A partir del 2011, Oronccoy se convirtió en una de las rutas alternas para el transporte de droga. Los pobladores viven en medio de una disputa ajena entre “cargachos” y los asaltantes. Estos últimos realizan emboscada para llevarse la mayor cantidad de mochilas, asesinando a sus portadores, en ocasiones, policías vestidos de civil. En medio de este escenario, varias familias locales fueron asesinadas y amenazadas de muerte.

Ruta desolada a oronccoy que aprovechan los mochileros

Su primer alcalde asesinado

Yuri Eusebio García Orihuela (26), fue el primer alcalde del recién creado distrito de Oronccoy y fue electo el 10 diciembre de 2017. Sin embargo, un mes después de haber asumido el cargo, fue acribillado el 27 de febrero del 2018, cerca al puente Kutiachaca en límite con Andahuaylas. Fue enterrado en Andahuaylas y sus familiares aún esperan justicia y que el cuerpo sea trasladado a Oronccoy.

Hace unos meses, una comitiva de dirigentes de Chungui, Oronccoy y sus anexos viajaron a Lima para solicitar al Ministerio de Defensa e Interior y al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que, por favor, instalen una base militar contrasubversiva en Chungui y Belén Chapi, cerca de la selva del VRAEM. Ellos tienen la esperanza que una base pueda realizar operativos para disminuir la presencia de cargadores y asaltantes. Aún esperan la respuesta.

nicho de alcalde asesinado cerca kutinachaca

Desaparecidos y justicia que no llega

Oronccoy fue azotada por el terrorismo y las fuerzas armadas, haciendo que más de 3 mil personas se desplazarán hacia otras ciudades. “El Estado quiso matarnos, nosotros somos los sobrevivientes, no somos los retornantes, nadie ha regresado”, dice un poblador mientras indica que con la reparación se beneficiaron los residentes en Andahuaylas y Ayacucho. Entre 1982 y 1987 la zona estuvo tomada por Sendero Luminoso que lo convirtió en zona liberada, rebautizándola como “Puka LLacta”. Cuando llegó el Estado y se instaló la base de Mollebamba, las injusticias no cesaron. Los sinchis rebautizaron la zona como “Oreja de Perro”. Los pobladores fueron obligados a escapar. Oronccoy quedó secuestrado porque quedaba demasiado “lejos del Perú”. En 2015 el Ministerio Público exhumó cinco fosas, donde hallaron aproximadamente 60 cadáveres que deben de ser identificados. La masacre, según testimonios de la población, fue producida por los sinchis en el año 1984. Además, según indican los pobladores, quedan 30 fosas comunes. Los restos exhumados y nichos están amontonados en una casa de paja y el cementerio a medio construir. Solo se han reconocido cuatro cadáveres. En la zona han muerto todos los miembros de una familia o, en todo caso, quienes se salvaron y huyeron, no regresaron nunca más, será difícil entregar a sus familiares.

cajones para ENTIERRE de restos, una vez identificadas 

Sin obras ni programas sociales

En Oronccoy no hay agua ni desagüe, mucho menos luz eléctrica, tampoco hay posta médica. No hay obras en construcción. Se está construyendo una carretera desde el puente Kutinachaca con conexión a Andahuaylas. Ven a los pueblos del lado Apurímac y dicen: “hace veinte años las carreteras llegaron a sus pueblos, ahora han hecho muy rápido nuevas carreteras hacia las zonas de producción. Nosotros estamos muy lejos de alcanzar eso”. A Oronccoy ha llegado el programa Pensión 65 y Juntos, y para cobrar hay que viajar hasta Andahuaylas o Chungui tres días y se gasta trecientos soles. Exigen atención de parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, tanto nacional, regional y provincial, toda vez que no cuentan con las condiciones mínimas de salud, educación y oportunidades de desarrollo.


Escrito por

GUIDO CHATI

Historiador y Antropólogo. Autor de artículos y libros sobre historia, antropología y política (Libro: De quién es la tierra, 2019).


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