Wilfredo Oscorima, utilizó la lucha contra la pobreza y la desnutrición como pretexto para pedir la reelección. Lo dijo reiteradas veces en la plaza de Huamanga, en agosto del 2014. El hombre no hizo su tarea. Faltan 3 meses para que deje el cargo y en Ayacucho la anemia ha subido. Cuando asumió el cargo por reelección había un 45,8% de anemia en niños menores de tres años. Ahora que se va, hereda una cifra mayor: 48,3% según reporte de INEI y ENDES.

“La corrupción termina siendo pagada por los pobres"' lo dijo el Papa Francisco citando un texto bíblico. Pero sin la biblia en manos y datos estadísticos, solo basta ver la divulgación de los videos de la vergüenza donde se ve cómo algunos congresistas, ministros, jueces, fiscales y alcaldes “negocian” obras a cambio de plata y de votos. Esto se ha vuelto normal. Recuerdo a un alcalde del sur de Ayacucho por los pasillos del Congreso pidiendo que su proyecto sea incorporado en el presupuesto público y si sale tendría su parte de ganancia, o sea el diezmo. Cuando le gritaron que se había equivocado de lugar por intentar coimear, se fue molesto y comentaba a sus colegas alcaldes, "esos congresistas son monses". El resultado de estos delitos es que tenemos departamentos donde existe no solo una mayor percepción de la corrupción como son Cusco (63.4%), Lima (60.9%), Pasco (56.9%), Callao (54.7%), San Martín (54.4%), Tacna (54.3%) y Ayacucho (52.3%), sino que tenemos regiones pobres.

Las estadísticas demuestran que la corrupción nos roba salud, educación, mejores carreteras, pistas y veredas, pero sobre todo nos deja mucha pobreza, niños desnutridos y con anemia. Antesde la vacancia, PPK endeudaba al país en el orden de 40 mil millones de soles. Nadie aborda el pago de la Deuda Social mientras los corruptos se llevan 15 mil millones de soles anuales de todos los peruanos. Algunos dicen que el Perú pierde 10 millones de dólares todos los días por cuenta de la corrupción. Con dinero robado por corrupción en megaobras, licitaciones, adendas, etc. se pudo construir modernos colegios, centros de salud, etc. En Ayacucho, el rostro de la corrupción lo encarna el actual gobernador regional, condenado a pagar prisión y aún pesan sobre él juicios por diversos delitos. Se reeligió en nombre de la pobreza y robó en nombre de los pobres de tierra. Hoy Ayacucho registra el índice de pobreza más alta: 36,8% después de Cajamarca, Amazonas y Apurímac que fluctúan entre 43,1% y 52,0%.